¡Tiberio vive hoy!
Tiberio Fernández Mafla en el
parque monumento
¡Tiberio vive hoy!
En el Oratorio del parque monumento, el visitante encuentra el libro manuscrito: ¡Tiberio vive hoy! Testimonios de la vida de un mártir, Tiberio Fernández Mafla. Son testimonios escritos a mano, con dibujos y dedicatorias.
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Fue un trabajo personalizado, familia por familia, ocasión para transmitir la memoria de Tiberio a los jóvenes, niñas y niños, que no lo conocieron.
La diagramación hecha por Lina Trigos, elaborada a mano, hoja por hoja, encarna en sus símbolos, cada uno de los cuatro capítulos:
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"Para mí es un gran honor haber conocido a Tiberio de cuerpo presente, fui su acólito, anduve en las veredas celebrando las eucaristías, presenciando el gran amor que la gente le demostraba".
"Perdí a uno de mis grandes amigos y pastor del pueblo, el Padre Tiberio...malditos aquellos que me quitaron la oportunidad de crecer y compartir sus sabidurías. Hoy los recuerdo a todos, porque un hombre sin memoria es un hombre perdido"
1. El contexto: Trujillo, ¡escenario de terror y muerte!
2. La familia, donde crecí...vida vivida...
3. Sueños y resistencias, Evangelio hecho vida...
4. Trujillo: una gota de esperanza en un mar de impunidad. Su Martirio.
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En ocasiones las abuelas hacían el
recuento pero no sabían escribir, los entonces eran los niños los que
escribían. En esta elaboración paciente, seria y comprometida, un niño dijo:
"si escribo el nombre de mi abuela como autora, ¿yo qué? Luego concluyó: "soy
el escribiente".
Hoy AFAVIT guarda la Memoria colectiva de una biografía del Padre Tiberio, cuyo contenido se convierte en desafío, en reto y camino para la Iglesia, para los auténticos defensores de los derechos humanos, que saben dar la vida con amor: "Si mi sangre contribuye para que en Trujillo amanezca y florezca la paz que tanto anhelamos, gustosamente la derramaré".
"Tiberio: Fuiste y sigues siendo en nuestras vidas, como una espiga de trigo o un granito de mostaza. Aquella semilla que siendo tan pequeña, hacías brotar grandes ilusiones y proyectos para ver prosperar nuestra gente y cambiar la imagen fea que tuvo un día Trujillo.
Quisiste ver un pueblo luchador y emprendedor, lleno de progreso y mucho calor humano, donde la gente se sintiera feliz y orgullosa de su tierra no tuvieran que salir a buscar nuevos horizontes en otra parte.
Puedo decir con orgullo que sembraste
en mí la esperanza de tener un futuro definido y próspero. Pusiste mucho empeño
para que todos saliéramos adelante y lucháramos por nuestros ideales. Plasmaste
con mucha sabiduría el nombre de la microempresa, dándole el nombre de Trigo
Verde, porque trigo significa pan y verde la esperanza."